domingo, 28 de octubre de 2007

Jugar a polis y cacos

Inauguro este blog relatando una experiencia emocionante, y a la vez patética y lamentable.

El pasado puente del Pilar hice una escapadita de fin de semana a San Sebastián, una ciudad majestuosa con destellos de glamour cinematográfico. Aparentemente un viaje turístico y placentero acabó siendo toda una aventura que me sirvió para conocer desde dentro la verdadera realidad social y política que vive Euskadi.

Haber visto El lobo o Los gal no es sinónimo de conocer lo que se cuece en la comunidad vasca. Con motivo del día de la hispanidad (no se trata de un error ortotipográfico) la Falange había convocado una manifestación (por cierto, autorizada por el Tribunal Superior de Justicia Vasco) a las 17.00 horas en el Boulevard de San Sebastián. Como quién guarda posiciones en las trincheras, la izquierda abertzale se concentró en el casco antiguo a la espera de sus presas: los falangistas. Los incidentes comenzaron a las 16.15, al acabar un concierto "antifascista" promovido por ANV, el sindicato LAB y las ilegalizadas Batasuna y Segi y al que se sumaron la CNT y grupos juveniles comunistas. Los asistentes al concierto (casi un millar de personas), al ver acercarse a las dotaciones policiales empezaron a proferir "gora ETA" y gritos a favor de la independencia y en contra de la Ertzaintza y del encarcelamiento de la cúpula de Batasuna. Acto seguido, lanzaron bengalas y petardos dentro de botellas contra los agentes que habían acordonado la zona para evitar incidentes.

Comienza la batalla campal: la ciudad en llamas

Actuaban de forma coordinada: primero volcaban los contenedores en el centro de las calles y mientras un grupo los empujaba hacia los agentes como barricada, otros encapuchados lanzaban una lluvia de botellas con petardos y piedras.



Los accesos al centro de la ciudad quedaron cerrados durante las casi tres horas que duraron los incidentes. Nosotros, mientras tanto, corriendo arriba y abajo para no acabar recibiendo por parte de los radicales o la policía. Queríamos vivir aquella situación. A pesar del cierto peligro que conllevaba, había algo que nos hizo permanecer allí, fotografiando y con la vista puesta en todos los frentes de la ciudad; en el cielo, observando la trayectoria de los helicópteros; en las calles, intuyendo donde se producían los incendios por las humaredas que impregnaban toda la ciudad.

La otra cara: los falangistas en las afueras

Mientras se producían los hechos, la Ertzaintza mantuvo retenidos fuera de San Sebastián en Zarautz a los cerca de 500 ultraderechistas. Finalmente, desistieron de realizar la marcha en la ciudad y se concentraron entre gritos y cánticos en un centro comercial.

Mi experiencia: un antes y un después

Algo que me impactó y no borraré de mi mente: padres manifestantes arrastrando a sus hijos encapuchados al movimiento independentista y al terrorismo, a la destrucción del mobiliario urbano, empujándoles a delinquir, a luchar por una causa justificable, pero con los medios más inapropiados y repugnantes: la violencia y el miedo.

Me sentía como un perro acorralado sin escapatoria. Primero quería curiosear, ver de cerca qué pasaba, pero luego me di cuenta de que era una donostiarra más atrapada por el movimiento independentista, etarra, terrorista, etc. Así se sentían los donostiarras que estuvieron atrapados toda la tarde por la ciudad. Viven en una tierra a la que aman, pero que a la vez siembra el terror y la discordia entre una población dividida entre el sí y el no a la independencia, entre la violencia y la tolerancia, entre el terrorismo y el diálogo. Muchos antagonismos que hacen que cada vez entienda menos el caos en el que vivimos.
Aquí tenéis el link de un video de Telecinco donde se aprecia la violencia desembocada el 12 de octubre en San Sebastián.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

debio ser increible, yo k cuando fui a san se solo vi manifestaciones en un principio "pacíficas" (pues no m meti n lo caótico) ya m impresionaron, pues imaginate ahí, la gole brincando, eskivando cocteles molotovs!!! jajajja, no nserio una experiencia inolvidable.

un bso pedaxo goleróns (mi nena) mua
-alexia-

Xavi dijo...

No hay nada como vivir la experiencia en vivo, correr cuando ves que estallan botellas de cristal a tu lado, o mirar a todos lados cuando escuchas que las escopetas de la [ertxañtxa. Si ya lo dijimos, no hay nada mejor que vivir la realidad de un sitio en tu propia piel, los medios de comunicación nos cuentan lo que quieren y como quieren. A ver en el próximo viaje con qué nos encontramos.

Anónimo dijo...

En ocasiones pensamos que los medios de comunicacion adulteran lo que vemos. Hemos podido comprobar en nuestras propias carnes que todo lo que vemos dia a dia es cierto. Unos indeseables, han conseguido hacer de un sitio tan bonito como San Sebastian un autentico infierno en el que resulta casi imposible poder vivir.
Sales de un sistio y de golpe te encuentras corriendo, sin saber porque, huyes, no sabes bien si de la policia (Que supuestamente tiene que protegerte) o de los "malos" que defienden algo en lo que creen. Pero es la mejor manera de defenderlo? La violencia no lleva a ninguna parte